08 junio 2008

Depa

TEOEDEOO IEREÁO BEIEEEN


Algunos de ustedes ya saben que desde el día 15 de mayo estoy mudándome a la colonia Roma, esto es, hacia el centro de la Ciudad
de México.

Hay quienes piensan que esta es la primera vez que vivo solo, sin embargo no es así. Justo hace 10 años vivía en San Miguel Chapultepec,
y entre el 2000 y el 2006 viví varias temporadas en España, algunas
en Huelva y Sevilla, otras en Salamanca. Esta, más bien, es la segunda ocasión que no vivo propiamente en casa de mis papás, pero sí en
la misma ciudad, en el mismo país, lo cual es algo complejo, aunque no
lo crean.

Entre compras, contratos y adecuaciones, resulta que aún no logro instalarme de manera definitiva. Mi modelo se centra –básicamente–
en la sobriedad, que no el minimalismo, con que vivía hace 3 años en Salamanca; mobiliario y estructuras elementales en un espacio de alrededor de 100 metros cuadrados, en el que a veces me siento nadar. Una atmósfera un tanto nostálgica, como todo en la colonia Roma, con algunos toques de color chocolate, rojo y vino.

Así, vivir otra vez de manera independiente se ha vuelto no sólo un reto, sino una experiencia que día tras día me encuentro desempolvado –¿será porque limpio mucho? –, y por lo tanto uno de los vuelos más importantes de este año, sino es que el más. A veces divertido, a veces harto
(lo reconozco), esto representa el inicio de una nueva faceta, y la neta ¡yo ya quería vivir en la Roma!


Sin duda alguna, me siento en uno de los mejores momentos de mi vida. Una transición positiva, así que ‘tengo historias para comprender que todo irá bien’.

[ * Todo Irá Bien. Chenoa. Absurda Cenicienta, 2007. ]


[ * Fotografías: (1) Sandro Cohen, (2) El Hombre de Papel. Blogger / Flickr. ]