09 abril 2009

Jueves

V I V I R É

[ Planeta en curso ]

¿Cómo debería empezar este texto? Quizá aceptando que –en efecto– llevo 4 días de trabajo atrasado, pero al ser vacaciones no tengo ganas más que de abstraerme en mis pensamientos y hacer las cosas simples que generalmente no hago, como andar en bicicleta, ver mis programas de televisión favoritos o algunas películas que ni siquiera había sacado de su empaque. Disfrutar de mis sesiones de gimnasio, maravillarme con la paz que envuelve a la colonia Roma en estos días y aún así sentirme totalmente improductivo: lo cual no es cosa simple.

De repente me analizo y paradójicamente me encuentro asfixiado
por la rutina de mis días poco rutinarios, por el hecho –quizá– de
no sentar cabeza y vivir con este timón que en cualquier momento me permitiría llegar a cualquier lado. ¿Pero acaso no es esto lo que una persona de treinta y tantos añoraría tener?

En efecto, soy dueño de mis decisiones, de mi tiempo, pero no fácilmente sé controlar la frecuencia ni la intensidad de los cambios que experimento. Necesito más y a la vez necesito cierto equilibrio. Quisiera sentirme pleno. Y quizá esta sea la verdadera fuerza de gravedad de mi ‘Carlo Planeta’: el punto fuera de balanza para volverse cada vez más estable.

Sentir y no sentir, pensar y no pensar, hacer y no hacer, vivir y
sentir que la vida en algún momento pierde parte de su sentido
para encontrarlo de nueva cuenta, y al hacer eso reinventarme. Puede que suene loco, sin embargo, en esta escuela de la vida
el aprendizaje no viene sino hasta que uno decide salir de su zona
de confort y me parece que justo ahora ando por plantearme nuevas metas. ¿Cuáles? En esas ando.



Se dice que con la edad nos volvemos ridículos tratando de explicar socialmente aquello que hacemos, sin que esto deje de ser parte de la famosa crisis de los treinta; pero más que justificarme, lo que ahora quiero es darle otra vuelta a mi timón, no obstante también quiero tener la seguridad de que estoy haciendo lo correcto. Y eso será sólo hasta que reconozca otros vientos, hasta que vislumbre
un nuevo horizonte.

Mientras tanto, viviré.


[ Viviré. Yahir. Elemental, 2009. ]

[ Fotografía: Rafael Quintana. México. 2009. ]