28 diciembre 2008

¡2009!

E N ∙ S O Ñ A C I Ó N OD E OV U E L O

[ El arca en vuelo ]

Hace 13 años que el acto mecánico de volar no daba pretexto para enunciar una serie de propósitos para un año completo, tal como ocurrió este 2008. En ese entonces Paola y yo desarrollamos todas nuestras prácticas audiovisuales acerca de cosas que volaran, desde aviones hasta ángeles; así en nuestras cintas aparecieron la Fuerza Aérea Mexicana, el avión presidencial, el Ángel de la Independencia

–el original como su réplica–, Caín y las tentaciones, entre otros.
Todo tenía alas.

Este año volé tanto como me lo propuse: de forma mecánica,
de manera conceptual, soñando, emprendiendo, desarrollando proyectos y llevándolos a muy buen término. Publiqué, gané
un premio, me convertí en profesor de mi Alma Mater y volví
a retomar la aventura de vivir solo; en efecto, recuperé una parte
del Javier Carlo que quedó varado en ese tiempo que sólo es cronológico. ¿Y saben? Me encanta.

¡Ahora quiero volar más!, quiero que esta ensoñación de vuelo
me lleve por encima de los límites que había imaginado y me había propuesto, para comprender otras formas de sentir la vida. Vislumbrar tantos horizontes nuevos como hace 13 años lo hicimos Paola y yo. En consecuencia, quisiera contagiar a todos aquellos que me rodean de este entusiasmo por volar y disfrutar el vuelo.

El tema de la reunión anual –sí, después de 4 años hubo reunión anual–, no podía ser otro más que este, ‘En∙Soñación de Vuelo’, y
los símbolos para recibir el año nuevo cosas para volar: aves, aviones, astronautas, superhéroes, larvas de mariposa como mascota, ángeles, extraterrestres; en fin, una serie de regalos que tardé casi 2 meses en juntar y que al parecer han sido del agrado, sino del asombro de todos los que asistieron al departamento en
el que ahora vivo, este sábado 27 de diciembre.

Antes y después del brindis de año nuevo pude contar 40 personas entre los amigos de siempre, los amigos que se suman este año y
las caras nuevas que quedan atónitas frente la cantidad de gente
que puede llegar a una reunión de este tipo.

Y gracias al detallazo de Iliana Piñeyro, pude reunirme con 4 de mis amigas más entrañables: Lorena, Claudia y Edith, siendo la presencia de esta última una gran sorpresa, luego de 4 años de no saber nada de ella (pues ahora vive en Canadá); lo cual me hizo recordar
–también– las aventuras vividas cuando desarrollábamos proyectos bajo el nombre de Mil 5 Productores. ¡Qué tiempos aquellos!

[ Lorena, Javier, Iliana, Edith (al centro) y Claudia ]

Sólo cabe agradecer las excelentes oportunidades que me ha brindado el 2008 y ofrecerle a este 2009 mi buena disposición

para seguir aprovechando los vuelos que vienen en puerta. Una ‘En∙Soñación de Vuelo’ que deseo sea productiva y placentera para todos.

[ Montserrat, Leonardo, Yadira, Mariana, Edith, Javier, Rebeca, Lorena, Gina, Jorge, Iliana, Jesús, Josué y Lula tomando la foto. ]


Pensamientos, palabras, actitudes, acciones y emprendimientos exitosos para este 2009: ¡Feliz Año Nuevo!

¡Los quiero mucho!

[ Fotografías: Javier Carlo y Lula Adi. México. 2008. ]

27 diciembre 2008

Propósito

M A D U R E Z , OP E R F I L OY OC A R Á C T E R

[ Recordando Cascai y Estoril, cerca de Lisboa. ]

Reconozco que no cumplí con uno de los propósitos que me fijé para el 2008: entablar una relación afectiva estable. Sin embargo,

lo intenté. Me abrí, me di permiso para mostrarme como soy
y para aceptar a las personas tal cual se muestran, sin transgredir
–en efecto– su esencia.

Hubo 3 grandes intentos a lo largo del año, de los cuales aprendí
3 cosas muy importantes: madurez, perfil y carácter.

Madurez para decidir cuándo es tiempo de aceptar y emprender
una relación, pese a las ‘diferencias’ de edad. Lo importante no es
el número de años, sino qué tan preparadas estamos las personas para construir algo en común.

Perfil, pues pese a la críticas que ahora mismo pudiera recibir,
las personas necesitamos tener afinidad, empatía e intereses similares. Con esto no quiero decir que seamos exactamente iguales, sino que seamos compatibles en todas las esferas donde se mueve una relación. Física, intelectualmente y en cuanto a la fijación
de metas.

Carácter, esto es valor para aceptar que hay una relación en puerta
y no cuestionarla tanto, sino sólo disfrutarla: aquí y ahora, el tiempo que dure, no hacer o no hacer que dure cierto tiempo.

Y sin quitar el dedo del renglón, me declaro un enamorado empedernido, y sí, me vuelvo a fijar como uno de mis propósitos para este 2009, entablar una relación afectiva estable. ¡Tengo Fe!


[ Fotografía: Claudia Rodríguez. Lisboa, Portugal. 2005. ]

21 diciembre 2008

Globo

P E N S A M I E N T O OE N T R E OL A S ON U B E S

[ Javo al interior de 'el Valentín' ]

Volar es de las cosas que más llaman mi atención. Este año
–curiosamente– ha sido de los pocos que no he tomado un avión,
sin embargo, el día de mi cumpleaños me subí al parapente y en días recientes al globo aerostático, en Tequisquiapan.

He de confesar que quería subirme desde marzo, pero mi papá decidió hacer otra cosa para su onomástico, argumentando que
el globo ‘es algo para viejitos’ y que ‘no tiene mucha emoción’.

Esta ocasión no precisé celebrar a mi padre para hacerlo, no obstante debo reconocer que acabó teniendo toda la razón (tal como suele suceder con los padres)… o eso, o que mi cuerpo me exige cada vez más adrenalina.

Pese a que la vista es maravillosa y que uno va al encuentro de los primeros rayos del sol por encima de los montes, me parece que la mejor parte de esta aventura se la ha llevado Claudia Coutiño, quien me acompañó hasta el lugar de despegue pero no subió. En cambio, Claudia corrió hasta la canasta justo en el momento en el que
‘el Valentín’* se alzaba ante la mirada atónita de todos los ahí presentes, para pasarme cual carrera de relevos la cámara fotográfica. Si no hubiera sido por eso, quizá esta aventura
sí hubiera sido calificada tal como lo hacía mi papá,
de ‘poco sorprendente’.

La panorámica, el viento entre los dedos que sostenían la cámara
(en algún momento sin la correa puesta, ¡uy!), así como
las reflexiones que pude hacer acerca de mi nivel de ímpetu,
han sido –en definitiva– la mejor experiencia de esta aventura.
Abajo la gente, las casas, los árboles, los animales tan diminutos,
el paisaje que pareciera poderse tomar con una mano. Mi lente
tan privilegiado y el pensamiento literalmente entre las nubes.


E L OV U E L O OE N OI M Á G E N E S

1. Javo preparándose para el vuelo en globo.

2. Calor a ‘el Valentín’ para que surque en colores.

3. Vista de ‘una estrella’ desde nuestro globo. Buen augurio.

4. La panorámica y el ojo implacable de mi cámara.
¡Qué experiencia!

5. Tequisquiapan visto desde el cielo.

6. 2 globos arman la composición de esta toma.

7. Al fondo, la Peña de Bernal.

[ * ] Nombre del globo en el que volé, debido a los corazones que tiene.


[ Fotografías: Javier Carlo y Claudia Coutiño. Tequisquiapan, México. 2008. ]

06 diciembre 2008

Q U I E R OE Q U EE B A J E SE L AE G U A R D I A

[ Así de real ]

Los hipermedios nos han permitido conectar a escala global,
sin embargo, la existencia de una red descomunal no garantiza una mejor interacción entre las personas, por el contrario, las rupturas de tiempo y espacio, así como el desdoblamiento que ahora experimentamos, no sólo propician que afloremos en nuevas identidades, sino que olvidemos el valor de la socialización y
la calidez humana.

Esa calidez que consiste en poder enfrentarnos a una presencia y darnos cuenta de que ahí –justo en esa persona– hay un camino que bien vale la pena ser andado y construido.

Me referiré a esa persona como ‘Lú’. Y en efecto, conocerla fue el resultado de una de tantas conexiones que ahora puedo experimentar en la Web. Para ser honesto, Lú me contactó a mí y no le presté demasiada atención hasta que hizo llegar un mensaje escrito directamente a mi teléfono móvil, en el que proponía vernos por
el rumbo donde ahora vivo.

La ocasión fue este lunes y para seguir siendo honesto, estuve a
2 minutos de suspender la cita sino es porque Lú me llamó para confirmar que ya estaba a unas cuadras del lugar donde habíamos quedado: ¡se le había echo temprano!... lo cual pondré en entredicho.

Llegué y de inmediato pude percibir la contradicción en esos ojazos oscuros, lúcidos, enmarcados por unas de las cejas más bonitas que haya visto jamás, pues Lú se mostraba impasible, un tanto indiferente, detrás de una coraza que no permitió fluir la plática sino hasta un rato después, cuando ya estábamos instalados en el café y yo –como suele ocurrir– no sabía qué pedir. Supongo que eso debió hacerle mucha gracia. Así por primera vez mi indecisión frente a la carta hizo que alguien rompiera el hielo y me dejara descubrir a una persona maravillosa.

Hablamos de música, libros, España y una que otra experiencia amarga, quizá más de su parte que de la mía. El tiempo pasó: eran casi las 10 de la noche. Mi entusiasmo se elevó y entonces no me resistí. Para mi sorpresa, le advertí que no me diera más entrada en tanto que suelo ser como una flecha y tan pronto como me propongo algo, estoy dispuesto a conseguirlo. Y en verdad yo no quería arriesgar una buena amistad, una gran camaradería por algún intento de “algo”. Pero Lú me dio entrada y mucha.

La cita concluyó cuando encaminé a Lú hacia su casa y cuando Lú me preguntó qué día nos volveríamos a ver. Yo le recité todo mi horario y a pesar de su complejidad, Lú decidió que sería el miércoles de esta misma semana, lo cual me dejó anonadado, maravillado y como ya es costumbre en mí, totalmente flechado.

Lú había bajado la guardia pese a todas sus cantaletas de ser
una persona fría, hermética, incluso capaz de despertar odios, de prevenirme una y otra vez, tal como lo publica en su Hi5 (cuyo URL no develaré).

– ¿Sabes que me encantas? – quizá haya sido una de las últimas frases que le dije esa noche.

Y no le vi otra vez.

Tan pronto como Lú dejó de sentir mi último abrazo, se atrincheró detrás de su BlackBerry –¡maldita BlackBerry!–, de su Hi5 y de una red que ambos conocemos. A partir de entonces, la cita que me fijó fue cancelada y mis mensajes han sido literalmente bateados una y otra vez, hasta el grado de que Lú llegó a “cortarme” este mismo sábado, vía correo electrónico: [ …’He decidido no volver a verte, olvidar
que fui yo quien abrió una posibilidad: he prometido que no habrá otra vez. La verdad no sé si exagero y será que lo que prefiero es marcharme sin decirte adiós’ ].


Así, lo único que me queda claro es que Lú decidió permanecer en
su zona de confort antes de arriesgarse a construir algún tipo de relación que comprometiera presencialmente su verdadera identidad. Tal como yo la descubrí esa tarde de lunes primero de diciembre. En tiempo, en forma y sin desdoblamientos (al menos de mi parte).

Y tal como lo cita, sin esas “exageraciones” que ponen de manifiesto nuestra capacidad de sentir, de socializar y vivir un afecto sin tener que recurrir a pantallas, a interfases que –a fin de cuentas– sólo son una simulación de la realidad. Cuando mi afecto era totalmente real. Así como mi lamentación.

Tan seguro del sentimiento que aún me agobia, de mi admiración y quizá mi fragilidad, no resta más que agradecer a Lú que me haya dejado entrar a una realidad alterna, sin precisar si Lú era la persona o el personaje que se desdobló ante mí como una especie de sorpresa extraída de la Web.

Muros levantados a costa de las nuevas tecnologías. No obstante,
la vida sigue.

Log out.

’Yo tengo abierta la ventana porque así se escapa el tiempo sin verte’.

[ Inmortal. La Oreja de Van Gogh. A las cinco en el Astoria, 2008. ]

[ Baby Please. Allison. Memorama, 2008. ]


[ Fotografías: Réplica del David en la Plaza Río de Janeiro, Ciudad de México. Javier Carlo, 2008. ]

08 noviembre 2008

Reto

SIÍ: I EIS I PIEIRISIOINIAIL

[ Javo barbado ]

Esta semana me sentí realmente contrariado por el hecho de aceptar que –en efecto– este blog, Carlo Planeta, sí es personal.

Quizá demasiado ‘atomizado’ en el mundo de los bloggers,
mi intención nunca ha sido construir un espacio comercial
o informativo, sino una especie de bitácora personal, a modo de álbum de recuerdos, en el que comparto con ustedes momentos
que realmente atesoro.

Ahora bien el consejo, la solicitud y hasta la reprimenda hecha
por un blogger de ligas mayores, ha sido construir un espacio
en el que pueda compartir algo más universal con mis lectores,
por encima de los umbrales de mi propia atmósfera, esto es
algo más parecido a una red social.

¿Y saben una cosa? Claro que lo voy a hacer. Ese es –en efecto–
uno de mis vuelos siguientes.

En tanto, sigo resintiendo el hecho de no poder postear tanto
como yo quisiera, sin embargo, sé que del otro lado de la pantalla hay alguien que bien recibe mis comentarios, a pesar de la subjetividad con que me pueda manejar.

Y ese interés, ese afecto es mutuo. Y sí: es algo personal.


[ El Último Vals. A las Cinco en el Astoria. La Oreja de Van Gogh, 2008. ]

[ Fotografía (frente al espejo): Javier Carlo. 2008. ]

10 agosto 2008

Reflejo

EELOISEIELEEENECEIEO

[ Javo en rojo ]

El silencio habla de muchas cosas: de sueños y nostalgias;
del ayer que es hoy y del hoy proyectado en mañana; de éxitos, logros y triunfos, algunos de los cuales tan sólo había imaginado. Pero como dirían algunos de mis amigos más entrañables, imaginar es pedir a la vida y cuando algo se pide con mucha fuerza, te llega
en el momento que menos lo esperas, y debes estar preparado
para ello.

El silencio habla de personas y personajes que transitan en
mi existencia, así cual bolas de billar: unos permanecen, otros parten y otros tantos regresan a las páginas de mi vida, cuando más los he extrañado; algunos nunca se fueron ni se irán, aunque así lo creyera, su presencia es –en efecto– una bendición.

Todo va y viene, gira, cambia y de repente vivimos en el déjà vu
de lo que alguna vez decretamos. En las altas, en las bajas y en
las curvas, insisto, vivir consiste en disfrutar plenamente aquello
que nos ocurre. Con toda intensidad, sin postergarlo: arriesgándonos a sentirlo y porqué no, a crecer.

En este año de vuelos ha habido de todo, de todo muy bueno, y pese a algunos toques de condimento, me encuentro tranquilo, contento… ¡optimista!

Hoy de repente me vi en un espejo de tiempo que había proyectado hace 15 años y de alguna forma me he convertido en el mentor de muchos que fueron –sí– ese Javier Carlo.

No me queda más que disfrutarlo. La responsabilidad es grande,
mi ímpetu por lograrlo es más.

Si es que el Carlo Planeta ha estado en silencio no es por apatía,
al contrario, es por toda esta vida que me ha impactado de manera brutal y positiva. ¡Cósmica!


[ Viva la Vida. Coldplay. Viva la Vida, 2008. ]

** Letra: original y en castellano, y otra versión del video (recomendable). **

[ Fotografía: Javier Carlo. 2008. ]

08 junio 2008

Depa

TEOEDEOO IEREÁO BEIEEEN


Algunos de ustedes ya saben que desde el día 15 de mayo estoy mudándome a la colonia Roma, esto es, hacia el centro de la Ciudad
de México.

Hay quienes piensan que esta es la primera vez que vivo solo, sin embargo no es así. Justo hace 10 años vivía en San Miguel Chapultepec,
y entre el 2000 y el 2006 viví varias temporadas en España, algunas
en Huelva y Sevilla, otras en Salamanca. Esta, más bien, es la segunda ocasión que no vivo propiamente en casa de mis papás, pero sí en
la misma ciudad, en el mismo país, lo cual es algo complejo, aunque no
lo crean.

Entre compras, contratos y adecuaciones, resulta que aún no logro instalarme de manera definitiva. Mi modelo se centra –básicamente–
en la sobriedad, que no el minimalismo, con que vivía hace 3 años en Salamanca; mobiliario y estructuras elementales en un espacio de alrededor de 100 metros cuadrados, en el que a veces me siento nadar. Una atmósfera un tanto nostálgica, como todo en la colonia Roma, con algunos toques de color chocolate, rojo y vino.

Así, vivir otra vez de manera independiente se ha vuelto no sólo un reto, sino una experiencia que día tras día me encuentro desempolvado –¿será porque limpio mucho? –, y por lo tanto uno de los vuelos más importantes de este año, sino es que el más. A veces divertido, a veces harto
(lo reconozco), esto representa el inicio de una nueva faceta, y la neta ¡yo ya quería vivir en la Roma!


Sin duda alguna, me siento en uno de los mejores momentos de mi vida. Una transición positiva, así que ‘tengo historias para comprender que todo irá bien’.

[ * Todo Irá Bien. Chenoa. Absurda Cenicienta, 2007. ]


[ * Fotografías: (1) Sandro Cohen, (2) El Hombre de Papel. Blogger / Flickr. ]

27 mayo 2008

Quórum

¡EEESO PELEAETEAE!


[ Todos GANADORES ]


Me da mucho gusto comentarles que anoche en la XVIII entrega del Premio Quórum a lo mejor del diseño, fui merecedor junto con
mi compañero Francisco Tapia de la Mención Plata del Quórum en la categoría de Interactivos, esto por un ejercicio desarrollado para Universum, Museo de las Ciencias, dirigido a Tweens (niños de 8 a 1 2 años). Proyecto en el que también colaboró Alfredo Garibay.

Independiente de haber sido inscrito como alumno de la UAM , debo reconocer que el mérito le corresponde a la escuela de Comunicación y Diseño de la Universidad de Londres, en particular, a Rafael Quintana
y Juan Manjarrez, ya que a pesar de no ser diseñador, ellos siempre han creído en mí y me han apoyado en todo aquello que emprendo.
No menos importantes, mis compañeros y profesores Cristina Cuadros, Roberto Gayosso, Rocio Carapia, Lula, Erick y Gonzalo.

También, debo agradecer el apoyo de las áreas de postgrado de las universidades en las que colaboro, la Universidad Justo Sierra y la Universidad Mexicana , así como la energía que me contagian mis alumnos.

Incluso a todas esas personas que alguna vez han dudado de la viabilidad de las cosas que me propongo, ya que si no fuera por los límites que me plantean yo no me superaría cada vez más y más. En ese sentido, gracias UAM.

La cereza en el pastel, sin embargo, es el hecho de que mis alumnos de Comunicación Multimedia también fueron merecedores de la Mención Bronce en la misma categoría. Lo cual representa un logro no sólo para mí, sino para quienes formamos parte de esta escuela de Comunicación y Diseño. En particular para Angélica Martínez, que fue quien los dirigió.

De mi parte, sólo cabe agradecer a todos aquellos que sé que comparten de corazón estos logros conmigo.

¡Estoy muy contento!

Por cierto, ¿dónde quedó el pato? ¡Si son Quórums!


[ * Fotografía: Sebastián Mendoza. 2008. ]

01 mayo 2008

Yo Profesor

V U E L OE C O NE E N T U S I A S M O


Una parte de mí vive con mucho entusiasmo: con ánimo, con euforia, con esa cosquilla que se siente cuando alguien comprueba que poco
a poco va logrando lo que se propuso en algún momento. Con sus altas
y sus bajas, la realidad se llena de certezas, de compromisos, de responsabilidades y porqué no, de locuras, de temores, incluso, de uno que otro mal sabor de boca, sin embargo, todo es parte de un proceso de maduración. ¡Y lo estoy logrando!

Me propuse dedicar más tiempo a mis alumnos, promover de alguna forma los retos, el interés y la dedicación que mis profesores de la UAM
no saben brindar, entre otras cosas, debido a la estructura burocrática que ha diluido –lastimosamente– su vocación. Para muestra, baste citar
la huelga de este primer trimestre del año. Y aún así, debo reconocer que la UAM no sólo me ha hecho querer ser un mejor profesor, sino
que ha traído a mi vida a uno de los mejores profesores que haya tenido, me refiero al Dr. Jorge Sánchez de Antuñano, quien simplemente movió mis esquemas y sembró en mí una nueva forma de percibir no sólo la comunicación o el diseño, sino la realidad.

En ocasiones, los alumnos no comprenden la importancia que tiene
que el profesor se encuentre al lado de uno, que se arremangue la camisa y le dé duro a los proyectos, revisando, motivando, corrigiendo… situación que muchas veces se tilda de ‘pura tarea’, pero a diferencia del trabajo exhaustivo, este tipo de trabajo se convierte en parte de
un proyecto y los resultados se pueden asimilar sólo una vez que éste
ha concluido. Duro, ¿cierto? Lo es pero empleando un paralelismo,
la montaña no se percibe más bonita cuando alguien la va escalando,
sino cuando ese alguien la mira desde arriba, o bien, desde lejos. Es decir, cuando logra reflexionar acerca de la experiencia.

Y vaya que trabajamos duro este primer cuatrimestre.

Asistimos a la función con la que el Ballet Teatro del Espacio reanudó actividades, luego de un conato de despedida el año pasado. Visitamos
la exposición de Gregory Colbert y el Museo Nómada en el Zócalo de la Ciudad de México. Compartimos los micrófonos de Radio Ciudadana del IMER con Roberto Fernández, a un año de que éste grabara la primera emisión del programa Diversidad.es. Algunos de mis alumnos lograron inscribir sus propuestas de diseño y comunicación al premio Quórum,
en espera de los resultados que auguro serán sobresalientes.


Como profesor, tuve el gusto de organizar y ser parte de una serie
de páneles o mesas redondas en las que fui maestro de ceremonias, moderador y hasta panelista, al lado –incluso– de algunos de mis ex-alumnos: ¡y no saben qué maravilla! Las experiencias, todas padrísimas, sin embargo, debo resaltar el evento de la Universidad Justo Sierra, donde me sentí sumamente querido por la comunidad estudiantil,
pese a no haber estado en contacto con ella por algún tiempo.

Finalmente, la cereza en el pastel (ayer día 30): la recepción de
la revista Légete: Estudios de Comunicación y Sociedad, de la Escuela
de Periodismo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile, donde aparece un artículo de mi autoría, ‘Nuevas Tecnologías
y Medios’
, gracias a la invitación de mi ex-compañero de la Maestría, Rigoberto Albornoz, permitiéndome así emprender otro de los grandes vuelos de este año, y ese es precisamente el hecho de publicar.

Este artículo y los textos publicados en argonmexico.com, 'Nómada
de Nuevo'
y 'Diseñador y Avance Tecnológico' (los más visitados del mes
de febrero), me han hecho ver cuánto vale la pena enfrentar cualquier turbulencia, con tal de que los propósitos que me propuse al inicio del año se vayan materializando.


En todo caso, este entusiasmo que ahora siento he de compartirlo con toda la gente que cree en mí, con mis compañeros profesores y de trabajo, y por su puesto con mis alumnos.

A 4 meses de proponerme varios vuelos, a 6 años de haber incursionado en este tipo de travesías, me he convencido de que –en efecto– soy
un comunicólogo, pero también soy un profesor.

Ya me la creo: ¡y lo estoy logrando!


AL CALCE

Quiero agradecer a la escuela de Comunicación y Diseño de
la Universidad de Londres el haberme entregado el reconocimiento
Magna Cum Laude por Excelente Desempeño Académico a lo largo
de este año, lo cual me motiva a mejorar no sólo como profesor sino como profesional, y tal cual me lo decía mi hermano Leonel: como ser humano.


[ * Fotografías: De 'Ashes and Snow'. Gregory Colbert. Museo Nómada de la
Ciudad de México, 2008. ]

[ **
Hasta el Fin del Mundo. Aleks Syntek / Bon y Los Enemigos del Silencio.
Lección de Vuelo, 2007. ]

23 marzo 2008

Santa Semana

A L G U I E NED EE' T E CE5 0 '

[ Auditorio Nacional de la Ciudad de México ]

Esta semana –simplemente– quería que pasara algo sensacional
de la manera
menos esperada. Y ocurrió.

Más allá de lo que implica ver a un cliente en lunes de puente,
dejar inconclusas unas listas de calificaciones o una sesión de trabajo, postergar un viaje en compañía de un buen amigo o encontrar cerrado el restaurante que más me gusta de Cuernavaca, la semana me sorprendió con algunos de los tesoros más grandes que tengo en la vida: mis amigos, mis recuerdos, la euforia que se puede producir –en efecto– de la combinación de ambos. Euforia que alguien es capaz de despertar cuando este mismo alguien encarna un recuerdo de hace 15 años. Alguien que llega de repente y hace una jugada exitosa.

Hay quienes atesoramos recuerdos, experiencias, anécdotas, olvidándonos –paradójicamente– de aquello que nos hizo felices
en otro tiempo.

–No sólo lo vi, sino que lo viví–, me dijo con las palabras cargadas
de emoción. Y a la distancia, cuántos de quienes vivimos ‘TEC 50:
El Éxito de la Jugada’, somos aún capaces de conmovernos con ese
gran espectáculo que fue la conmemoración de los 50 años del Tecnológico de Monterrey (1993), el cual nos permitió no sólo presentarnos en las sedes de nuestros campi: Chiapas, Veracruz, Cuernavaca, sino en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

Lamentablemente, Google ni YouTube parecen tener memoria
del evento, sin embargo, existe una memoria escrita y audiovisual,
pero sobre todo anímica, que es –todavía– capaz de transportarnos
a esa época en la que Bernardo Rubinstein (coreógrafo) nos daba
la oportunidad de ser parte de algo a lo que pocas veces tienen acceso los alumnos de una universidad, y eso es soñar despiertos, luchar con tal de que ese sueño se materialice en música, danza, canciones, ensayos
–¡muchos ensayos!–, así haya que padecerlo, porque es cierto que
para soñar y lograr los sueños hay que ser altamente competitivos.
Una memoria que he de confesar, yo mismo guardaba en un tubo oxidado de fotografía… hasta anoche.

Anoche que tuve la suerte de encontrar un espejo de tiempo y replicar las emociones que me hizo vivir TEC 50 con ese alguien a quien este evento también le marcó. Esta madrugada que fui lo suficientemente valiente para tomar la navaja y abrir ese tubo que encerraba no sólo al Javier Carlo de hace 15 años, sino a todos mis compañeros con los que sonreía despreocupado –quizá– frente una vida que justo entonces no sospechábamos, ya que vivir ese sueño era algo magnífico. ¡Lo era todo!

El instante encapsulado. El instante liberado. La caja de Pandora que
en este momento me hace sentir más vivo que de costumbre, así como darme cuenta de que en verdad he sido afortunado al vivir una serie de experiencias que –suene como suene– difícilmente pueden definir a una persona común y dar cuenta de ella.

Es arrogante mi comentario –lo sé–, más aún mi conclusión, pero TEC 50 luego de 15 años me ha hecho volver a comprender que sí ha valido
la pena ser la persona que soy, pues no cualquiera puede relatar
esta magia de ser alumno, actor, bailarín, cantante, reportero, dragón, sacerdote azteca, pieza de ajedrez, de fantasear y ser parte de
la concreción de tales fantasías como el detonante de un proyecto
de vida; en suma, atestiguar en sí mismo el implante de la semilla del emprendedor que ahora soy.

Alguien que soy y que también son aquellos que fueron parte de TEC 50: El Éxito de la Jugada. ¡Sin duda alguna!

[ El elenco de 'TEC 50' hace 15 años... ]

Los ojos en los ojos. Alguien en alguien. Javier Carlo –como siempre–
tan enamorado de la vida, de TEC 50, de los recuerdos. El encuentro sensacional: impredecible, que sin embargo me obliga a preguntar, ¿pasarán otros 15 años antes de que alguien me haga retroceder brutalmente en el tiempo, en la euforia, en lo que fue uno de
los proyectos más importantes de mi vida?

Si hablar de alguien así fuera algo más frecuente…

¡Estoy tan contento!

[ * I'm So Excited. Pointer Sisters. So Excited!, 1982. ]

28 enero 2008

Parapente

¡ A H O R AOS O YOM Á SOF U E R T E !

[Javo sobre Valle]


Me di permiso de correr, de saltar y de volar, de abrir todos mis canales y vivir nuevas experiencias, de tomar conciencia de esta vida como una oportunidad para deconstruirme y volverme a construir. ¡Y ahora soy
más fuerte!

Agradezco todas las muestras de afecto que me han brindado a lo largo de estos días, en particular a Ulises, Ismael y Juan Manjarrez, quienes
me acompañaron en este primer vuelo del año. Juan que –incluso– saltó conmigo, y eso es algo invaluable.

Comprendo que las amistades se mueven y cambian de contexto. Que las intensidades no son las mismas y que la vida nos da el chance de escribir historias con aquellos que comparten nuestra misma frecuencia. Siempre nuevas, como en un pentagrama

Gracias por el ánimo, las porras, las llamadas, los mensajes y los correos… por los detalles. Desde Argentina hasta Canadá: simplemente gracias, porque me hacen ver que uno de los grandes regalos que me ha dado
la vida es –precisamente– contar con toda esta gama de amigos.

Los pies en la tierra: próximos vuelos. Un año por vivir y ahora a seguir volando.


E LOV U E L OOE NOI M Á G E N E S



1. Javo en ‘La Torre’, al pie de la rampa donde uno debe correr
–literalmente– hacia el precipicio. Al fondo, Valle de Bravo.

2. Javo con el arnés. Juan también pero ‘despidiéndose’ de sus papás.

3. Javo permitiéndose 'payasear' antes del salto, ¿qué tal que no había otra oportunidad para hacerlo?

4. Unos pasos para adelante y luego para atrás, y entonces a correr.
¡Y a confiar en el viento!

5. Atrás: ¡ya no había escapatoria! Ahhhhhhhhh!!!

6. El primer vuelo del año ha sido todo un éxito. Incluso ahora no sería capaz de describir la adrenalina y la emoción que se siente, ¡qué chido!


[ * Fotografías: Ulises Conde e Ismael Estrada. 2008. ]



E LOT E N A M P A



Y al viernes siguiente nos reunimos en el Tenampa, para celebrar
con aquellos que no pudieron ir a Valle de Bravo (ni quisieron saltar).
¡Hasta que se me hizo ir a la cantina con mis amigos! Pero no cualquier cantina: la más emblemática de la Ciudad de México, en plena Plaza Garibaldi.

La entrada espectacular, no sólo porque Yadira, Paola y yo llegamos
en transporte público una hora después de la cita -¡vaya tránsito!-,
sino porque entré como Pancho Villa, tal como reza el dicho popular
[…’con una vieja a cada orilla’]. ¡Conste que así se dice!

En la foto: Miguel, Isabel, Cristina, Carlos, Cecilia, Yadira, Paola, [Yo], Melina y Julián. Edwin llegó después. Del otro lado de la cámara, Ofelia.

[ * Fotografía: Ofelia Camacho. 2008. ]

03 enero 2008

2008

¡ F E L I Z8Y8P R Ó S P E R O82 0 0 8 !

P I E SS E NS L AS T I E R R AS y SP R Ó X I M O SS V U E L O S



Javier Carlo28

01 enero 2008

¡Feliz Año!

P I E SS E NS L AS T I E R R A


[ Javo a la luz del Carmen ]

Escrito el 29 de diciembre de 2007.

Escribo salpicado del sureste mexicano, en Mérida, Yucatán, luego
de ver las flores en Fortín, probar el café de Córdoba y sorprenderme con la luna del puerto de Veracruz; de tomar fotos en Alvarado, pasear entre ríos en Tlacotalpan y llevarme un amuleto de Catemaco; de subir al Puente de la Esperanza en Villahermosa, cruzar el mar
en Ciudad del Carmen y sentirme pirata en Campeche, incluso,
de inventarme una aventura aquí mismo, sin saber si sea cierta.

Las estrellas fulguran sobre el Paseo Montejo, así en Mar del Plata como en La Paz, y son mis invitadas en esta mesa –la menos imaginable–, en la que escribo un mensaje de año nuevo.


S A L U D 0 P R O S P E R I D A D 0 A M O R

Quizá en lo ‘simple’ se encuentren
los verdaderos tesoros de nuestras vidas.

¡ É X I T O en todo aquello que nos proponemos !


Con los pies en la tierra y más puestos que nunca, concluye un año que en muchos sentidos me hizo enfrentar con este Javier Carlo
que afortunadamente soy y al que cada día descubro, conquisto y reinvento, con todo y mis sueños, locuras y vaivenes.

Un año al que –en definitiva– debo agradecer el salpicarme de algunas de las personas, las situaciones y los lugares más increíbles que haya conocido, por eso: ¡Gracias 2007!

[ Maravilla, maravillado, maravilloso Chichén Itzá. ]

Así, en esta ‘simplicidad’ es que procuro comprender y agrandar
mis tesoros. Desde algún lugar al sur: pies en la tierra,
próximos vuelos .


¡ F E L I ZS 2 0 0 8 !


Por cierto, la aventura sí fue cierta.


[ * Cosas de la Vida. Eros Ramazzotti y Tina Turner. Eros, 1997. ]

[ * Cosas de la Vida. Eros Ramazzotti. Todo Historias, 1993. ]

[ ** Fotografías de Javo: Rhina Mena y Jehú Carlo. 2007. ]