Una parte de mí vive con mucho entusiasmo: con ánimo, con euforia, con esa cosquilla que se siente cuando alguien comprueba que poco
a poco va logrando lo que se propuso en algún momento. Con sus altas
y sus bajas, la realidad se llena de certezas, de compromisos, de responsabilidades y porqué no, de locuras, de temores, incluso, de uno que otro mal sabor de boca, sin embargo, todo es parte de un proceso de maduración. ¡Y lo estoy logrando!
Me propuse dedicar más tiempo a mis alumnos, promover de alguna forma los retos, el interés y la dedicación que mis profesores de la UAM
no saben brindar, entre otras cosas, debido a la estructura burocrática que ha diluido –lastimosamente– su vocación. Para muestra, baste citar
la huelga de este primer trimestre del año. Y aún así, debo reconocer que la UAM no sólo me ha hecho querer ser un mejor profesor, sino
que ha traído a mi vida a uno de los mejores profesores que haya tenido, me refiero al Dr. Jorge Sánchez de Antuñano, quien simplemente movió mis esquemas y sembró en mí una nueva forma de percibir no sólo la comunicación o el diseño, sino la realidad.
En ocasiones, los alumnos no comprenden la importancia que tiene
que el profesor se encuentre al lado de uno, que se arremangue la camisa y le dé duro a los proyectos, revisando, motivando, corrigiendo… situación que muchas veces se tilda de ‘pura tarea’, pero a diferencia del trabajo exhaustivo, este tipo de trabajo se convierte en parte de
un proyecto y los resultados se pueden asimilar sólo una vez que éste
ha concluido. Duro, ¿cierto? Lo es pero empleando un paralelismo,
la montaña no se percibe más bonita cuando alguien la va escalando,
sino cuando ese alguien la mira desde arriba, o bien, desde lejos. Es decir, cuando logra reflexionar acerca de la experiencia.
Y vaya que trabajamos duro este primer cuatrimestre.
Asistimos a la función con la que el Ballet Teatro del Espacio reanudó actividades, luego de un conato de despedida el año pasado. Visitamos
la exposición de Gregory Colbert y el Museo Nómada en el Zócalo de la Ciudad de México. Compartimos los micrófonos de Radio Ciudadana del IMER con Roberto Fernández, a un año de que éste grabara la primera emisión del programa Diversidad.es. Algunos de mis alumnos lograron inscribir sus propuestas de diseño y comunicación al premio Quórum,
en espera de los resultados que auguro serán sobresalientes.
Como profesor, tuve el gusto de organizar y ser parte de una serie
de páneles o mesas redondas en las que fui maestro de ceremonias, moderador y hasta panelista, al lado –incluso– de algunos de mis ex-alumnos: ¡y no saben qué maravilla! Las experiencias, todas padrísimas, sin embargo, debo resaltar el evento de la Universidad Justo Sierra, donde me sentí sumamente querido por la comunidad estudiantil,
pese a no haber estado en contacto con ella por algún tiempo.
Finalmente, la cereza en el pastel (ayer día 30): la recepción de
la revista Légete: Estudios de Comunicación y Sociedad, de la Escuela
de Periodismo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Chile, donde aparece un artículo de mi autoría, ‘Nuevas Tecnologías
y Medios’, gracias a la invitación de mi ex-compañero de la Maestría, Rigoberto Albornoz, permitiéndome así emprender otro de los grandes vuelos de este año, y ese es precisamente el hecho de publicar.
Este artículo y los textos publicados en argonmexico.com, 'Nómada
de Nuevo' y 'Diseñador y Avance Tecnológico' (los más visitados del mes
de febrero), me han hecho ver cuánto vale la pena enfrentar cualquier turbulencia, con tal de que los propósitos que me propuse al inicio del año se vayan materializando.
En todo caso, este entusiasmo que ahora siento he de compartirlo con toda la gente que cree en mí, con mis compañeros profesores y de trabajo, y por su puesto con mis alumnos.
A 4 meses de proponerme varios vuelos, a 6 años de haber incursionado en este tipo de travesías, me he convencido de que –en efecto– soy
un comunicólogo, pero también soy un profesor.
Ya me la creo: ¡y lo estoy logrando!
AL CALCE…
Quiero agradecer a la escuela de Comunicación y Diseño de
la Universidad de Londres el haberme entregado el reconocimiento
Magna Cum Laude por Excelente Desempeño Académico a lo largo
de este año, lo cual me motiva a mejorar no sólo como profesor sino como profesional, y tal cual me lo decía mi hermano Leonel: como ser humano.
[ * Fotografías: De 'Ashes and Snow'. Gregory Colbert. Museo Nómada de la
Ciudad de México, 2008. ]
[ ** Hasta el Fin del Mundo. Aleks Syntek / Bon y Los Enemigos del Silencio.
Lección de Vuelo, 2007. ]
01 mayo 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Pues en lo que a mí respecta muchas gracias por la invitación a participar en el foro de Jóvenes Comunicadores, sin duda una experiencia grata de trabajo y entretenimiento, moderada muy al modo de Javier Carlo.
Saludos
Que bonito sentir Javier y sobre todo, te felicito por darte cuenta de lo mucho que eres y has logrado.
¡Felicidades!
Yanet
Publicar un comentario