15 septiembre 2007

A jmrp...

E X P L I C O* C A L L A D O



La gente que está a mi alrededor suele decir que soy frío,
hosco, poco detallista
, que no siempre sé valorar los afectos
que las personas me brindan, a veces por despistado, a veces
porque no dejo que se me acerquen.

También dice que esto se ha incrementado de unos años a la fecha
y que debería trabajar en ello, no sólo para ser más sensible
al cariño de los demás, sino para vencer mi propio hermetismo.

Esta vez lo hice, salí de mi caparazón, me dejé sentir, me mostré como pocas personas me conocen, fui tierno, detallista, cariñoso… tanto que me inquieta pensar que haya rayado en lo cursi.
Después de mucho tiempo, me interesé en alguien como yo pensé
no podría volver a hacerlo.

Y fue como encontrarme conmigo mismo –no sabes qué trancazo–, alguien tan similar, cuyo hermetismo aún no logro entender y ahora
me tiene dolido. No porque no se interese en mí, sino porque
es incapaz de emitir algún tipo de respuesta, por más claro, directo
y honesto que yo sea. Por más entusiasmado que me muestre,
por más… ¿enamorado? Si es que a esto se le puede llamar
‘enamoramiento’.

¡Pero qué manera más tonta de ser tonto, que ser vulnerable
a mi propia forma de ser!

En este juego de espejos, todo transcurre callado –¡tan callado!–.
No hay susurros al oído ni voces fuera de lugar; no hay mensajes,
ni llamadas, ni reparos; no hay grandes emociones, no, sólo
este entusiasmo que ya degenera en neurosis. Entonces pareciera
que no hay nada, excepto algo que después de mucho analizar
se parece más al sexo, y yo no quiero eso.

Quizá el problema es ese, a fin de cuentas yo. Este Javier sensiblero que pocas veces se muestra y justo ahora quiso salir. ¡Qué ironía!

La vida tarde o temprano nos hace partícipes de aquello que vamos dispersando. Las frases mal hechas, las llamadas que no se contestan, los mensajes que nunca se escriben. Los peluches que
se quedan en la bolsa, las caricias que sólo se explican por el deseo
y no por la complicidad, las pláticas de trámite que no dejan que
nos conozcamos bien… la televisión al lado de la cama. El beso convencional y un hasta luego que ha de dejar la puerta abierta,
y quizá nunca estuvimos ‘juntos’.

En mi caso, quisiera procurar no volver a hacerlo, aprender de
esta experiencia. Sin embargo, ¿ello me permitirá volver a ser
el de antes? ¿El de mucho antes?



En efecto, sigo callado.

[ Ofrezco una disculpa a quienes hayan vivido algo parecido
conmigo. ]


[ * Toda la Vida. Emmanuel. Desnudo, 1986. ]


[ * Fotografía de Álvaro Berrón. Maravillas del Mar (galería),
Marina Costa Baja. La Paz, Baja California Sur, México. 2007. ]

5 comentarios:

Javo Carlo dijo...

Varios de ustedes me comentaron que no se explicaban el texto que recién publiqué en mi blog, bajo el título de ‘Callado’, es decir, que les hacía falta información.

Tal como me lo pidieron, en una prosa, ahora les explico qué es lo que me llevó a escribirlo.

Y por sugerencia de Carlos Alberto Ruiz, este texto ha pasado de ser un comentario al calce a una entrada formal del blog.

Carlos Alberto Ruiz dijo...

Creo que de este modo este texto ya está en el sitio que le corresponde. Gracias por hacer caso a la sugerencia.

Unknown dijo...

El silencio es todo un proceso de comunicación que aún no se ha logrado descifrar del todo. Para la mayoría de los literatos, es el mejor instrumento para mostrar todo y, al mismo tiempo, dejar mucho a la imaginación.
Callar es decir, gritar, colmar, apaciguar... y más.
Creo que callar es más difícil que seguir hablando.

CHispiTA dijo...

BUeno , k te puedo decir, a veces la vida da mucha vueltas y es en ese momnetok debemos de aprender, en este caso estas a tiempo de corregir lo k no te gusta de ti,cuando vemos los defectos en las otras personas y las criticamos no, nos damos cuanta k nos estamos viendo del otro lado del espejo. Creo k ya viste como puedes ser, digo igual nok te vuelas un mega cursi, pero si puedes romper esa barrera k tu solo fabricaste la cual muy pocas personas han detener acceso. DIgo no te gustari repetir mas seguido esa experiencIA?

Anónimo dijo...

Silencio.......


Es maravilloso eso que nos sirve para poder comunicarnos con nosotros mismos y con Dios; es un grito hundido en la desesperanza y un beso cubierto por la dicha.
Cuando no se sabe vivir el silencio, a veces es muy dificil estar con uno mismo.